Leo que los padres de los jóvenes implicados en los incidentes de Pozuelo han apelado la sentencia que condenaba a sus hijos a tres meses sin salir por la noche. Si estuviéramos en otro tiempo o en el interior de uno de esos monólogos humorísticos de la televisión, podríamos pensar que los padres han recurrido esa decisión judicial porque les parece blanda, porque quieren un castigo más serio: una buena temporada de trabajo en favor de la comunidad, o al menos un periodo más largo sin juergas nocturnas para esas criaturas suyas, convertidas esa noche de autos en auténticos vándalos.
Fuente: El País (art. completo pulsar aquí)
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