UNIVERSIDAD DE ZARAGOZA. Los estudiantes a tiempo completo tendrán que aprobar 9 créditos el primer curso y 18 los siguientes. El nuevo reglamento de permanencia fija en seis el máximo de convocatorias, más una extraordinaria.
Los estudiantes deberán acabar sus estudios de grado en siete años. Así lo propone el rectorado en un documento que ayer se presentó en consejo de Gobierno y que ahora será debatido en el ámbito académico. En la Universidad de Zaragoza los alumnos terminan sus carreras en una media de seis años. Es decir invierten dos más de los previstos en un primer momento.
Por eso estos cambios, que ya se han introducido en otras universidades como la Carlos III o la de Navarra no son demasiado exigentes. Aunque tienen como objetivo terminar con esos estudiantes que "vegetan" en las facultades durante años. "Los alumnos solo pagan el 12% de lo que cuesta su estancia en el campus. El resto se paga con dinero público, así que no se puede permitir estancias más prolongadas de los razonable", explicó el vicerrector Fernando Zulaica.
Este cambio se aplicará el próximo curso. Antes será debatido y modificado en el seno del consejo social, órgano que deberá aprobarlo para que pueda aplicarse. Los grados de cuatro años --que son la mayoría--, con 240 créditos, se podrán hacer en siete. Los de cinco --Veterinaria e Ingeniería-- en ocho y los de seis --Medicina-- en nueve.
MÍNIMOS Pero el nuevo reglamento de permanencia no es solo de máximos. También establece mínimos. Los estudiantes a tiempo completo tendrán que aprobar nueve créditos el primer curso para poder continuar en la universidad. Y 18 para matricularse en los siguientes. Además, deberán cursar todas las asignaturas obligatorias no superadas con anterioridad. Los alumnos a tiempo parcial --los que trabajan-- tendrán que aprobar 30 créditos en los dos primeros cursos y 12 en los siguientes.
El nuevo reglamento también articula medidas garantistas. Es decir, herramientas para garantizar el éxito de los alumnos. Para ello existirán dos convocatorias de examen, una de las cuales será la evaluación continua. Las pruebas finales pasan de esta forma a un segundo plano. Los universitarios tendrán seis oportunidades, más una extraordinaria, para superar las asignaturas. La matrícula tendrá valor de convocatoria. Esto significa que, aunque el alumno no se presente al examen, se le contabilizará como si lo hubiese realizado.
Se establece, sin embargo, una excepción. No se contarán como convocatorias a efectos de cómputo de permanencia en la universidad en aquellas asignaturas cuyo porcentaje de éxito en los tres últimos años sea inferior al 35%. Con ello se quiere llamar la atención sobre las materias que cuentan con elevados índices de suspensos y que a partir de ahora serán vigiladas y controladas. Además, de forma excepcional, tampoco se aplicará ese máximo de siete años de permanencia en caso de estudiantes a los que les falte el 10% o menos de los créditos para obtener la titulación. Asimismo, el rector, a propuesta del decano-director y con el informe de una comisión mixta, podrá conceder un año de gracia adicional al alumno.
El presidente del consejo Social, José Luis Marqués, señaló que esta serie de medidas, "están ampliamente consensuadas" en el ámbito universitario. Aunque consideró "prematura" su publicación "porque todavía debe someterse a un proceso de debate, modificación y aprobación, que podría prolongarse durante unos dos meses". Y subrayó que serán "buenas" para la institución de educación superior.
Los estudiantes deberán acabar sus estudios de grado en siete años. Así lo propone el rectorado en un documento que ayer se presentó en consejo de Gobierno y que ahora será debatido en el ámbito académico. En la Universidad de Zaragoza los alumnos terminan sus carreras en una media de seis años. Es decir invierten dos más de los previstos en un primer momento.
Por eso estos cambios, que ya se han introducido en otras universidades como la Carlos III o la de Navarra no son demasiado exigentes. Aunque tienen como objetivo terminar con esos estudiantes que "vegetan" en las facultades durante años. "Los alumnos solo pagan el 12% de lo que cuesta su estancia en el campus. El resto se paga con dinero público, así que no se puede permitir estancias más prolongadas de los razonable", explicó el vicerrector Fernando Zulaica.
Este cambio se aplicará el próximo curso. Antes será debatido y modificado en el seno del consejo social, órgano que deberá aprobarlo para que pueda aplicarse. Los grados de cuatro años --que son la mayoría--, con 240 créditos, se podrán hacer en siete. Los de cinco --Veterinaria e Ingeniería-- en ocho y los de seis --Medicina-- en nueve.
MÍNIMOS Pero el nuevo reglamento de permanencia no es solo de máximos. También establece mínimos. Los estudiantes a tiempo completo tendrán que aprobar nueve créditos el primer curso para poder continuar en la universidad. Y 18 para matricularse en los siguientes. Además, deberán cursar todas las asignaturas obligatorias no superadas con anterioridad. Los alumnos a tiempo parcial --los que trabajan-- tendrán que aprobar 30 créditos en los dos primeros cursos y 12 en los siguientes.
El nuevo reglamento también articula medidas garantistas. Es decir, herramientas para garantizar el éxito de los alumnos. Para ello existirán dos convocatorias de examen, una de las cuales será la evaluación continua. Las pruebas finales pasan de esta forma a un segundo plano. Los universitarios tendrán seis oportunidades, más una extraordinaria, para superar las asignaturas. La matrícula tendrá valor de convocatoria. Esto significa que, aunque el alumno no se presente al examen, se le contabilizará como si lo hubiese realizado.
Se establece, sin embargo, una excepción. No se contarán como convocatorias a efectos de cómputo de permanencia en la universidad en aquellas asignaturas cuyo porcentaje de éxito en los tres últimos años sea inferior al 35%. Con ello se quiere llamar la atención sobre las materias que cuentan con elevados índices de suspensos y que a partir de ahora serán vigiladas y controladas. Además, de forma excepcional, tampoco se aplicará ese máximo de siete años de permanencia en caso de estudiantes a los que les falte el 10% o menos de los créditos para obtener la titulación. Asimismo, el rector, a propuesta del decano-director y con el informe de una comisión mixta, podrá conceder un año de gracia adicional al alumno.
El presidente del consejo Social, José Luis Marqués, señaló que esta serie de medidas, "están ampliamente consensuadas" en el ámbito universitario. Aunque consideró "prematura" su publicación "porque todavía debe someterse a un proceso de debate, modificación y aprobación, que podría prolongarse durante unos dos meses". Y subrayó que serán "buenas" para la institución de educación superior.
Fuente: Periódicio de Aragón 28-01-10 M. Vallés
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