La prevención y la mediación son los ejes principales para resolver los conflictos en las aulas y evitar casos de violencia escolar. Se trata de un cambio de concepto a la hora de abordar y ofrecer soluciones a los problemas de convivencia que puedan surgir en los centros educativos como consecuencia de las conductas de alumnos con dificultades de adaptación. La convivencia, el diálogo y las prevención son herramientas mucho más eficaces que el castigo.
Los experiencias desarrolladas hasta ahora en los institutos de enseñanza de Andorra y Utrillas, pioneros en la provincia en la aplicación de programas de convivencia, han demostrado que este es el camino a seguir para lograr la pacificación de las aulas. “Los programas han funcionado muy bien, y gracias a ellos se ha logrado reconducir algunas situaciones”, explicó ayer María José Izquierdo, responsable de Formación de padres y madres del AMPA del IES Vega del Turia, en el transcurso de una jornada dedicada a analizar la aplicación de programas de convivencia en los centros educativos. La jornada reunió a padres, madres, profesores, técnicos en materia jurídica y responsables de la administración educativa.
En un momento en que la violencia parece haberse instalado en las aulas de numerosas escuelas e institutos españoles, con niños y adolescentes que amenazan y agreden física, moral y psicológicamente no sólo a sus compañeros sino en algunos casos a los propios profesores, la mediación se revelado como la mejor de las soluciones.
Teruel es una provincia con muy bajo índice de conflictividad, pero los casos existen, y hay que atenderlos. Y lo que es más importante: hay que establecer sistemas de prevención para evitar que ocurran. De ahí la importancia, según quedó patente en la jornada de ayer, de la medida que obliga a todos los centros a contar con un programa propio de convivencia. “Lo que nos preocupa es que los casos leves de alteración de la convivencia puedan llegar a convertirse en graves, de ahí la necesidad de estos programas”, comentó el fiscal de Menores de Teruel, Benito Soriano.
Los experiencias desarrolladas hasta ahora en los institutos de enseñanza de Andorra y Utrillas, pioneros en la provincia en la aplicación de programas de convivencia, han demostrado que este es el camino a seguir para lograr la pacificación de las aulas. “Los programas han funcionado muy bien, y gracias a ellos se ha logrado reconducir algunas situaciones”, explicó ayer María José Izquierdo, responsable de Formación de padres y madres del AMPA del IES Vega del Turia, en el transcurso de una jornada dedicada a analizar la aplicación de programas de convivencia en los centros educativos. La jornada reunió a padres, madres, profesores, técnicos en materia jurídica y responsables de la administración educativa.
En un momento en que la violencia parece haberse instalado en las aulas de numerosas escuelas e institutos españoles, con niños y adolescentes que amenazan y agreden física, moral y psicológicamente no sólo a sus compañeros sino en algunos casos a los propios profesores, la mediación se revelado como la mejor de las soluciones.
Teruel es una provincia con muy bajo índice de conflictividad, pero los casos existen, y hay que atenderlos. Y lo que es más importante: hay que establecer sistemas de prevención para evitar que ocurran. De ahí la importancia, según quedó patente en la jornada de ayer, de la medida que obliga a todos los centros a contar con un programa propio de convivencia. “Lo que nos preocupa es que los casos leves de alteración de la convivencia puedan llegar a convertirse en graves, de ahí la necesidad de estos programas”, comentó el fiscal de Menores de Teruel, Benito Soriano.
Fotografía y Fuente: Diario de Teruel
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