Viernes, 16 de enero de 2009 TRIBUNA ABIERTA - Diario de Teruel
Se han cumplido 30 años de la Constitución, gracias a que hubo consenso en su día, también estaría bien que esto mismo ocurriera con Educación, tras la experiencia de la LOGSE (1990), la LOCE (2002) y la LOE que en el curso 2007/08 comenzó a implantarse.
Esta nueva ley es una innovación que afecta al conjunto de la planificación, desarrollo y evaluación curricular y que precisa para su puesta en práctica cambios de envergadura, en aspectos metodológicos y organizativos, en el pensamiento y formación del profesorado, en la implicación de las familias y la participación de los alumnos.
Ya hemos visto que nuestras universidades han adaptado o están adaptando los currículos al resto de las universidades europeas, pues eso mismo debería pasar con los nuevos currículos en la educación general obligatoria y contemplar las ocho competencias básicas europeas, a saber, ámbitos artísticos, educación física, las TIC, laboral, comunicación lingüística, competencia matemática, social y técnico-científico.
No sin antes reconocer la valía de todos los maestros/as y profesores/as que se incorporan a la formación inicial y continua para lograr la capacitación teórica y práctica adecuada, desarrollando las competencias personales (equilibrio y autorregulación de sus emociones, asertividad positiva, autoestima…), las competencias sociales (para el diálogo, la comunicación, la cooperación…) y las profesionales (espíritu emprendedor y creatividad entre otras).
Aquí, el Ministerio de Educación se ha puesto manos a la obra para facilitar al profesorado la realización de cursos de postgrado y actividades de formación relacionadas con la especialización, la actualización pedagógica, la organización escolar y con los cambios sociales que inciden directamente en la evolución psicológica del alumnado, y potenciar la evaluación de la práctica formativa manteniendo el respeto a los principios de igualdad, mérito y capacidad, y para ello, que el periodo de prácticas sea realmente evaluable.
Pero no nos tenemos que olvidar que la comunidad educativa no solo esta formada por los educadores, sino también por las familias y los educandos, y que por eso las administraciones educativas favorecerán la colaboración de las familias con los centros educativos siguiendo tres vías de actuación: información y comunicación, participación y gestión y, por ser tercero no menos importante, formación. Y favorecer la participación del alumnado en tres ejes: la gestión y mejora de la convivencia, el proceso de enseñanza/aprendizaje, y la corresponsabilidad sobre ciertas actividades escolares y extracurriculares.
Por tanto es muy importante que nos pongamos las pilas (ya que debemos recordar que nuestros hijos pasan en los centros educativos, cinco de los siete días que tiene la semana, y al menos 6 horas diarias). Y no sólo aplaudir la mejora de la formación de los maestros/as y profesores/as, y la inclusión de las opiniones del alumnado, sino también la formación e implicación de las familias, pues como decía Fullan, M., (1991) “el cambio se produce cuando los individuos y los grupos se implican”. Fdo.: Mª José Izquierdo B.
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